jueves, 4 de junio de 2015


 

ARTÍCULO FINAL

 

1/ Algunas cuestiones previas…

Debo reconocer que cuando leí por primera vez la guía de trabajo de la asignatura de Literatura Infantil, me asusté y mucho. Sólo la idea de tener que hacer un blog e ir actualizándolo me aterraba; en primer lugar, por falta de tiempo (está claro que si nos hemos matriculado en la modalidad semipresencial de Educación Infantil es porque trabajamos y tenemos la mayor parte del tiempo ocupado) y, en segundo lugar, por falta de conocimiento en relación a la nueva asignatura. Era la primera vez que me enfrentaba a contenidos de literatura infantil y me preocupaba el hecho de no ser capaz de cumplir los objetivos marcados en la materia.

Cuatro meses después puedo afirmar todo lo contrario. A medida que íbamos avanzando en la asignatura y a medida que íbamos realizando cada una de las actividades de los bloques me sentía más cómoda, me gustaba; y no sólo eso, también aprendía y disfrutaba.

  

2/ LOS BLOQUES TEMÁTICOS. IMPRESIONES, CONCEPTOS APRENDIDOS, REFLEXIONES…

El primer aprendizaje que tuve y que me gustaría reflejar en este artículo final es la diferencia entre literatura y paraliteratura. Para ello fue fundamental asistir a la clase presencial de febrero pues en ella Irune insistió en la importancia de diferenciar entre cuento (sería lo que hay dentro del libro, un relato breve de ficción, hay cuentos infantiles, cuentos de adultos… pensemos en la obra de Mario Benedetti, por poner un ejemplo…) y un libro (es el formato, por ejemplo si es de tapa dura o tapa blanda, entre otros aspectos…).

Como un primer acercamiento a todos estos conceptos, me pareció relevante la obra publicada por el Ministerio de Educación y Ciencia (2006) sobre la Biblioteca: un mundo de recursos para el aprendizaje[1] en la cual se establece –a partir de una tabla- las principales diferencias entre la literatura y la paraliteratura; veamos algunas de ellas:

 

PARALITERATURA
LITERATURA
El estilo es secundario, utiliza un lenguaje simple, repetitivo y estandarizado que depende del tipo. Se cuenta rápidamente para llegar al final.
El estilo es supremo: utiliza un lenguaje preciso, lógico y metafórico. Se muestra antes que se cuenta.
El discurso se organiza linealmente, lo fundamental es la acción a la que se subordinan los personajes que son esquemáticos y estereotipados.
El discurso está temáticamente integrado, los personajes son centrales y adquiere importancia la psicología y la introspección.
La historia se piensa para adaptarla a las circunstancias de la audiencia o a los éxitos anteriores.
La historia se piensa como única: una obra maestra. Lo importante es la originalidad y se huye de los plagios.
Se orienta para crear continuaciones, series y otros productos.
Se centra en el canon y la tradición canónica.
El autor importa, vende, hasta convertirse en una marca.
La obra, a menudo, cobra vida al margen del autor.

 

Al revisar algunos de los capítulos de esta obra, me quedó muy claro (además ya se había comentado también en clase) que los cuentos de Disney son de carácter marcadamente paraliterario. A partir de aquí empecé a trabajar en la actividad del primer bloque y escogí un cuento que –como ya comenté cuando realicé la actividad- tiene un gran éxito en las escuelas gallegas. Se trata de “Andrés o mentireiro”, un cuento que narra las consecuencias de las mentiras de un niño y termina explicando la importancia de decir siempre la verdad. Las correcciones que me han hecho en esta actividad han sido fundamentales; por un lado, mis compañeras quienes me advirtieron de la falta de organización y de la importancia de separar cada uno de los apartados por epígrafes y, por otro lado, de Irune quien me explicó el sentido de este tipo de cuentos sin la necesidad de tener que aludir a valores de tipo moral o a moralejas.

Este análisis del cuento de autor supuso el arranque de un trabajo arduo y de la lectura del bloque 2. En él se explicaban los textos folclóricos, el teatro folclórico, el uso de los cuentos folclóricos…su origen, su historia, los tipos (textos folclóricos en prosa, el mito, la leyenda, la fábula…). Creo que leer el módulo docente fue la manera idónea para empezar a realizar la segunda actividad: la adaptación de un cuento. Irune narró en la segunda sesión presencial un cuento de los hermanos Grimm y nosotros lo tuvimos que adaptar. Me costó mucho hacer esta actividad pues me surgían dudas en relación a la adaptación pero, al mismo tiempo, me gustó hacerla y aprendí mucho pues ello me supuso leer y documentarme sobre las adaptaciones y entender cuál era el verdadero proceso de creación.

No he realizado la actividad del bloque 3 pues no he asistido a la tercera sesión presencial pero he leído algunas de las actividades que han colgado mis compañeras y me pareció muy interesante. El saber contar un cuento es primordial. Recordemos, por ejemplo, los principios pedagógicos de las escuelas Waldorf donde la hora del cuento es fundamental (es una de las actividades más importantes del día); y no sólo ello: el maestro/a debe saber contarlo y utilizar todo un conjunto de estrategias que le ayudarán (sobre ello también hemos trabajado en la actividad del bloque 4).  En relación al tema 3 -“La hora  del cuento”- me ha resultado clave el epígrafe 3.1. en donde se explican las formas de transmisión literaria pues, de un modo conciso y claro, se exponen conceptos clave como la interactuación como forma de mantener la atención de los más pequeños y como herramienta básica para comprobar su nivel de comprensión o la técnica del cuentacuentos que exige, en primer lugar, que el maestro conozca una gran cantidad de cuentos y de diversos tipos, en segundo lugar la importancia del inicio (“Érase una ez…”un enanito me contó”…), en tercer lugar la entonación general que se debe ensayar previamente, en cuarto lugar el ritmo pues deberá ser un ritmo lento que permita al cuentacuentos o al maestro/a hablar despacio, deteniéndose en aspectos que considera importantes…, en quinto lugar, el volumen utilizándose diferentes tonos de voz en función de lo que queramos expresar y transmitir y en sexto lugar, el modo de terminar el cuento que puede ser abierto, invitando a los niños a leer otro o puede ser cerrado (las más clásicas serían, entre otras: “y colorín colorado, este cuento se ha acabado; “y fueron felices y comieron perdices”…).

Otras técnicas utilizadas por el cuentacuentos y que deberemos tener presente a la hora de contar un cuento es la pausa misteriosa que mantiene la atención y produce intriga…la expresividad, las hipérboles, la personificación, las comparaciones, las onomatopeyas o incluso el disfraz. Todas ellas con técnicas que ayudan a contar un cuento en las escuelas infantiles.

Otro de los aspectos sobre los que me gustaría hacer hincapié es el relacionado con la “Declamación en el aula” que aparece en el epígrafe 3.2; me gustaría recoger la definición que tenemos en la teoría pues creo que en ella se da la clave de lo que después se explica en el apartado:

“La declamación es el arte de la recitación expresiva y el arte mímico que le acompaña; es decir, la representación dramática de un poema, sin caer en la sobreactuación exagerada de tiempos pasados”.

A veces maestros/as, padres/madres, hermanos/as contamos los cuentos infantiles de un modo exagerado, sobreactuado y bastante alejado de la realidad de los niños; en muchas ocasiones nuestra entonación, nuestro ritmo (estamos cansados y queremos terminar cuanto antes…) no es el adecuado o simplemente no gesticulamos, no nos movemos…es por ello que deberíamos tener presente siempre estas estrategias, prepararnos para contar un cuento, analizar nuestros gestos asegurándonos que nuestra declamación es clara y comprensible. Sólo así podremos enseñar a nuestros alumnos, a nuestros hijos a declamar. En este sentido y-siguiendo con el texto del módulo docente- la declamación:

Ayuda a mejorar la memoria, la comprensión literaria, el vocabulario, la entonación, la postura, la dicción y da seguridad en uno mismo”.

 

Con estas técnicas y con estas precisiones llegamos a la actividad del bloque 4. Una vez más, la clase presencial de principios de mayo fue fundamental para realizarla. En ella Irune se centró en la creación literaria y nos explicó la diferencia entre la creación de un texto en prosa, en verso y un diálogo teatral. Esta clase fue -para mí- crucial pues en ella pude relacionar todos los conceptos aprendidos hasta el momento (la importancia de conocer diversos tipos de cuentos, de diferenciarlos de la paraliteratura, de manejar diferentes estrategias para contarlos, de adaptarlos y finalmente de CREARLOS); para mí era todo un reto pues nunca había tenido que realizar una actividad como la que se nos pedía en este nuevo bloque; y disfruté mucho haciéndola, preguntándole a mi sobrino, investigando qué tipo de cuentos se leían en su clase y, sobre todo, realizando mi propio cuento ilustrado.

La realización de esta actividad nos llevó, casi de un modo inmediato, a la elaboración de la actividad del bloque 5. Una actividad realizada en grupo y que fue también de lo más interesante. Ello me obligó a visitar las bibliotecas infantiles –en mi caso de la ciudad de Santiago de Compostela- para ver qué tipo de libros, de cuentos las componían y, sobre todo, para conocer el modo de estructurar el contenido, de organizarlo, de colocarlo y de presentarlo al público. Una de las bibliotecas que visité fue la Biblioteca Ánxel Casal[2] que tiene una importante sección para niños y en donde se incide en la interrelación entre padres y niños, con espacios tranquilos, abiertos y diáfanos para la lectura. Las secciones en las que se divide son las siguientes:

·         “Espazos dos pequenos lectores”

·         “Recuncho dos bebés”

·         “Recuncho dos país”

·         “Nenos máis grandes”

·         “Diccionarios, enciclopedias”

·         “Audiovisuais”

·         Internet

·         Reprografía

·         Información

 

El aula es de lo más agradable, con una amplia cristalera que cubre todas las paredes y con una organización, a mi juicio, clara, ordenada y coherente. Además, la creación de esta biblioteca dinamizó la zona de transición entre el casco histórico de Santiago y la zona del campus norte de la ciudad y la sección dedicada a los niños (con la organización de talleres, actividades, diálogos teatrales, etc.) supone un punto de encuentro de padres y niños de diferentes escuelas compostelanas.

Para la realización de esta actividad visitamos varios blogs y revisamos el libro de Rueda, R. (2005). La biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. Madrid: Narcea (véase apartado 4).

 

 

3/ REFLEXIONES FINALES Y APLICACIÓN EN EL AULA

 

La revisión y el análisis de la teoría sobre la literatura infantil y el repaso por la realización de las diferentes actividades de esta materia nos debería llevar, en consecuencia, a una aplicación de carácter práctico. A medida que iba leyendo los temas del módulo docente mi reflexión giraba en torno a estas ideas: “Pues qué interesante esta estrategia, pues sí debe ser efectiva… voy a probar si funciona cuando le lea un cuento a mi sobrino…”. Uno de los descubrimientos más efectivos, para mí, fue la Gramática de la Fantasía, uno de los libros más conocidos del pedagogo y escritor italiano Gianni Rodari. Para la realización de la actividad del bloque 4 tuvimos que escoger alguna de las estrategias de este autor y explicar el motivo de nuestra elección. Ello conllevó, al menos en mi caso, a informarme sobre este autor y, en especial, sobre sus obras y además de descubrir que es toda una autoridad en el campo de la literatura infantil, he sabido también que es una referencia obligada en  las escuelas infantiles italianas. Pregunté a alguna de las profesoras de Educación Infantil que trabajan en escuelas gallegas y ninguna aplicaba este tipo de estrategias; por ejemplo, el binomio fantástico era un recurso que todas conocían pero que nunca habían puesto en práctica en el aula.

A la luz de estas consideraciones, creo que todos los maestros/as de educación infantil o los futuros maestros deberemos ser conscientes de la importancia de la literatura en edades tan tempranas; por varios motivos principalmente; en primer lugar por ser una herramienta fundamental para el desarrollo creativo, expresivo e imaginativo de los más pequeños; en segundo lugar, por la adquisición de nuevos conocimientos sobre el mundo y el entorno que nos rodea (por ejemplo, si los protagonistas del cuento son animales pues se puede incluir vocabulario que tenga que ver con la naturaleza y con elementos que el niño/a pueda identificar en su vida cotidiana); en tercer lugar, por la adquisición de un nuevo vocabulario: los niños/as aprenden nuevas palabras cuando escuchan un cuento; no podemos olvidar que el vocabulario de los cuentos, de los libros y de toda la literatura infantil, en general, deberá ser claro, sencillo, con frases breves y con un lenguaje cercano al niño. Este hecho permitirá al niño/a identificarse con el personaje o los personajes protagonistas. Los personajes secundarios de los cuentos también deberán ser tenidos en cuenta pues pueden adoptar un rol familiar en relación a los niños. En último término, los valores y contravalores que se ponen de manifiesto en la literatura infantil deberán tener relación con las acciones y con las emociones de los más pequeños. Uno de conceptos sobre los que más he reflexionado a lo largo de estos meses y durante la realización de estas actividades es, precisamente, sobre la importancia de las emociones. Los niños tiene que aprender a gestionar bien sus emociones y eso les permitirá manejar, de un modo adecuado y efectivo, cuestiones como la autoestima, el autoconcepto o trabajar situaciones que les preocupe como el miedo a la oscuridad (algo frecuente en niños/as de tres años) o el primer día de colegio, etc. Los valores que se trabajen en los cuentos deben ser valores que los propios niños ya hayan experimentado, por ejemplo el egoísmo, la envidia, entre otros.

Además de desarrollar su creatividad, de potenciar su imaginación y de manifestar sus sentimientos y sus emociones, los niños/as podrán también identificarse con el posible problema o problemas que se narre en el cuento y buscar posibles soluciones. Por ejemplo, en niños de 5-6 años, la toma de decisiones y la manera de resolver conflictos que se plantee en un cuento o en un libro de literatura infantil resulta crucial para el desarrollo de sus habilidades y de sus destrezas.

Me gustaría terminar con algunos de los criterios que se recogen la obra de Literatura Infantil: nuevas lecturas y nuevos lectores pues me parecen de lo más significativos y creo que todo maestro debería tener en cuenta  a la hora de elegir los cuentos de su aula:

Los cuentos seleccionados deberán:

·         Provocar una respuesta afectivo-emotiva del niño hacia la realidad representada

·         Apelar a la empatía del lector (en este caso, del niño/a)

·         Mostrar la nueva realidad social

·         Poseer una secuencia narrativa lineal

·         Mostrar índices organizativos claros para el proceso de comprensión textual.

·         Presentar una unidad temática

·         Presentar pocos personajes y con características definidas

·         Mostrar fórmulas convencionales para empezar y terminar el relato

·         La forma en que está organizado deberá permitir otorgar al relato un valor poético, crear anticipaciones y favorecer la formulación de expectativas

·         Las imágenes deben ayudar a explicar y resumir el contenido pero deberán ser también un importante complemento a la comprensión del mismo[3].

 

 


4/ REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y WEBGRAFÍA COMENTADAS

 

Cerrillo, P. C., García Padrino, J. (Coord.) (1997). Teatro infantil y dramatización escolar. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

En esta obra, los autores de cada uno de los capítulos hacen un recorrido por la dramatización escolar, el teatro infantil y la producción de textos con propuestas y estrategias diferentes que se convierten en herramientas útiles para que los maestros, profesores, bibliotecarios… y todos los profesionales de la educación y la cultura pueden llevar a la práctica. El libro es el resultado de las actas de un curso organizado en Cuenca en el año 1997.

Utanda Higueras, Mª C.; Cerrillo Torremocha, P.C.; García Padrino, J. (Coords.) (2005): Literatura infantil y Educación Literaria. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Para el comentario de esta obra recojo textualmente lo que se explica en google libros[4]:

“Los trabajos contenidos en este libro fueron expuestos por sus autores en el curso de verano del mismo título, celebrado en Cuenca en julio de 2004. El lector encontrará los diversos capítulos del libro agrupados en tres secciones: en la primera se recogen dos vivencias lectoras de Luis Alberto de Cuenca y José María Merino, respectivamente. En la segunda se ofrecen cinco trabajos diferentes, de profesores de cinco universidades españolas, todos ellos relacionados con el contenido básico del curso, Literatura infantil y educación literaria. Finalmente, la tercera parte, Editar, investigar y escribir literatura infantil y juvenil en España se incluyen textos de dos editores, dos escritores de LIJ y dos investigadores, con un extenso repertorio bibliográfico”.

 

Rodari, G. (2008). Gramática de la Fantasía. Introducción al arte de inventar historias. Buenos Aires: Colihue.

Este libro me parece fundamental para entender las diferentes estrategias explicadas en el módulo docente.

 

Rueda, R. (2005). La biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. Madrid: Narcea.

En esta obra, Rafael Rueda nos presenta las características que deberá tener una buena biblioteca infantil y los criterios que debemos manejar para una adecuada selección de libros. Este libro fue uno de los consultados para la realización de la actividad del bloque 5.


En este enlace se recoge el texto escrito por Rafael Vallejo Molero: “Clásicos en Educación Infantil. Un tiempo de lectura para la experiencia literaria”; en este documento, el autor hace un breve repaso por la normativa que establece las enseñanzas mínimas de Educación Infantil tanto a nivel nacional como autonómico (en este caso de la Junta de Andalucía), estableciendo un conjunto de criterios a tener en cuenta para la creación del aula infantil y seleccionando una serie de cuentos que, a su juicio, deberían formar parte de una buena biblioteca infantil.

 


Se trata de una página web gallega sobre experiencias, contenidos y reflexiones en torno a la educación infantil. Se incide en la temática de la literatura infantil.

 

http://www.crearmundos.net/pdfsrevista7/5a.pdf (fecha de consulta: 17/05/2015)

El texto que aparece en este enlace fue escrito por Angélica Sátiro y me pareció interesante por ahondar en temas primordiales como la imaginación infantil. A lo largo del texto se hace un recorrido teórico sobre el origen y la historia de la imaginación y termina con una aplicación práctica en el aula infantil.

 


Este enlace nos sirvió para la realización de la actividad sobre la biblioteca de aula infantil pues en él se explican algunos de los aspectos a tener en cuenta. Uno de los elementos que más me llamó la atención es cuando explica los momentos de animación de la lectura del cuento; distingue cuatro momentos: previos, antes de la lectura, presentación-lectura, posteriores.

 


En este enlace encontramos el artículo firmado por Manuela Sánchez Mayoral sobre la biblioteca de aula infantil. El resumen que la propia autora escribe:

“El acercamiento del niño a la lectura y a la escritura a través del uso de diferentes recursos literarios, permitirá al niño alcanzar múltiples capacidades que contribuirán a su desarrollo integral. La biblioteca debe estar presente en el aula como un espacio de encuentro e intercambio de experiencias que fomenten en el niño/a la imaginación, la creatividad y propicien la adquisición de un buen hábito lector”.

 

 

 

 

 

 

 



[1] LLuch Crespo, G. (2006). Promoción de la lectura y docencia desde la biblioteca escolar. En Biblioteca: un mundo de recursos para el aprendizaje. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia, p. 117.
[2] http://rbgalicia.xunta.es/santiago/ (fecha de consulta: 10/05/2015).
 
[3] Tejerina, I., Echevarría, E. (2007). Formación del lector y educación en valores : estética y ética de la literatura. En Cerrillo Torremocha, P.C., Cañamares Torrijos, C., Sánchez Ortiz, C. (2007). Literatura Infantil: nuevas lecturas, nuevos lectores. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, p. 274.