jueves, 4 de junio de 2015


 

ARTÍCULO FINAL

 

1/ Algunas cuestiones previas…

Debo reconocer que cuando leí por primera vez la guía de trabajo de la asignatura de Literatura Infantil, me asusté y mucho. Sólo la idea de tener que hacer un blog e ir actualizándolo me aterraba; en primer lugar, por falta de tiempo (está claro que si nos hemos matriculado en la modalidad semipresencial de Educación Infantil es porque trabajamos y tenemos la mayor parte del tiempo ocupado) y, en segundo lugar, por falta de conocimiento en relación a la nueva asignatura. Era la primera vez que me enfrentaba a contenidos de literatura infantil y me preocupaba el hecho de no ser capaz de cumplir los objetivos marcados en la materia.

Cuatro meses después puedo afirmar todo lo contrario. A medida que íbamos avanzando en la asignatura y a medida que íbamos realizando cada una de las actividades de los bloques me sentía más cómoda, me gustaba; y no sólo eso, también aprendía y disfrutaba.

  

2/ LOS BLOQUES TEMÁTICOS. IMPRESIONES, CONCEPTOS APRENDIDOS, REFLEXIONES…

El primer aprendizaje que tuve y que me gustaría reflejar en este artículo final es la diferencia entre literatura y paraliteratura. Para ello fue fundamental asistir a la clase presencial de febrero pues en ella Irune insistió en la importancia de diferenciar entre cuento (sería lo que hay dentro del libro, un relato breve de ficción, hay cuentos infantiles, cuentos de adultos… pensemos en la obra de Mario Benedetti, por poner un ejemplo…) y un libro (es el formato, por ejemplo si es de tapa dura o tapa blanda, entre otros aspectos…).

Como un primer acercamiento a todos estos conceptos, me pareció relevante la obra publicada por el Ministerio de Educación y Ciencia (2006) sobre la Biblioteca: un mundo de recursos para el aprendizaje[1] en la cual se establece –a partir de una tabla- las principales diferencias entre la literatura y la paraliteratura; veamos algunas de ellas:

 

PARALITERATURA
LITERATURA
El estilo es secundario, utiliza un lenguaje simple, repetitivo y estandarizado que depende del tipo. Se cuenta rápidamente para llegar al final.
El estilo es supremo: utiliza un lenguaje preciso, lógico y metafórico. Se muestra antes que se cuenta.
El discurso se organiza linealmente, lo fundamental es la acción a la que se subordinan los personajes que son esquemáticos y estereotipados.
El discurso está temáticamente integrado, los personajes son centrales y adquiere importancia la psicología y la introspección.
La historia se piensa para adaptarla a las circunstancias de la audiencia o a los éxitos anteriores.
La historia se piensa como única: una obra maestra. Lo importante es la originalidad y se huye de los plagios.
Se orienta para crear continuaciones, series y otros productos.
Se centra en el canon y la tradición canónica.
El autor importa, vende, hasta convertirse en una marca.
La obra, a menudo, cobra vida al margen del autor.

 

Al revisar algunos de los capítulos de esta obra, me quedó muy claro (además ya se había comentado también en clase) que los cuentos de Disney son de carácter marcadamente paraliterario. A partir de aquí empecé a trabajar en la actividad del primer bloque y escogí un cuento que –como ya comenté cuando realicé la actividad- tiene un gran éxito en las escuelas gallegas. Se trata de “Andrés o mentireiro”, un cuento que narra las consecuencias de las mentiras de un niño y termina explicando la importancia de decir siempre la verdad. Las correcciones que me han hecho en esta actividad han sido fundamentales; por un lado, mis compañeras quienes me advirtieron de la falta de organización y de la importancia de separar cada uno de los apartados por epígrafes y, por otro lado, de Irune quien me explicó el sentido de este tipo de cuentos sin la necesidad de tener que aludir a valores de tipo moral o a moralejas.

Este análisis del cuento de autor supuso el arranque de un trabajo arduo y de la lectura del bloque 2. En él se explicaban los textos folclóricos, el teatro folclórico, el uso de los cuentos folclóricos…su origen, su historia, los tipos (textos folclóricos en prosa, el mito, la leyenda, la fábula…). Creo que leer el módulo docente fue la manera idónea para empezar a realizar la segunda actividad: la adaptación de un cuento. Irune narró en la segunda sesión presencial un cuento de los hermanos Grimm y nosotros lo tuvimos que adaptar. Me costó mucho hacer esta actividad pues me surgían dudas en relación a la adaptación pero, al mismo tiempo, me gustó hacerla y aprendí mucho pues ello me supuso leer y documentarme sobre las adaptaciones y entender cuál era el verdadero proceso de creación.

No he realizado la actividad del bloque 3 pues no he asistido a la tercera sesión presencial pero he leído algunas de las actividades que han colgado mis compañeras y me pareció muy interesante. El saber contar un cuento es primordial. Recordemos, por ejemplo, los principios pedagógicos de las escuelas Waldorf donde la hora del cuento es fundamental (es una de las actividades más importantes del día); y no sólo ello: el maestro/a debe saber contarlo y utilizar todo un conjunto de estrategias que le ayudarán (sobre ello también hemos trabajado en la actividad del bloque 4).  En relación al tema 3 -“La hora  del cuento”- me ha resultado clave el epígrafe 3.1. en donde se explican las formas de transmisión literaria pues, de un modo conciso y claro, se exponen conceptos clave como la interactuación como forma de mantener la atención de los más pequeños y como herramienta básica para comprobar su nivel de comprensión o la técnica del cuentacuentos que exige, en primer lugar, que el maestro conozca una gran cantidad de cuentos y de diversos tipos, en segundo lugar la importancia del inicio (“Érase una ez…”un enanito me contó”…), en tercer lugar la entonación general que se debe ensayar previamente, en cuarto lugar el ritmo pues deberá ser un ritmo lento que permita al cuentacuentos o al maestro/a hablar despacio, deteniéndose en aspectos que considera importantes…, en quinto lugar, el volumen utilizándose diferentes tonos de voz en función de lo que queramos expresar y transmitir y en sexto lugar, el modo de terminar el cuento que puede ser abierto, invitando a los niños a leer otro o puede ser cerrado (las más clásicas serían, entre otras: “y colorín colorado, este cuento se ha acabado; “y fueron felices y comieron perdices”…).

Otras técnicas utilizadas por el cuentacuentos y que deberemos tener presente a la hora de contar un cuento es la pausa misteriosa que mantiene la atención y produce intriga…la expresividad, las hipérboles, la personificación, las comparaciones, las onomatopeyas o incluso el disfraz. Todas ellas con técnicas que ayudan a contar un cuento en las escuelas infantiles.

Otro de los aspectos sobre los que me gustaría hacer hincapié es el relacionado con la “Declamación en el aula” que aparece en el epígrafe 3.2; me gustaría recoger la definición que tenemos en la teoría pues creo que en ella se da la clave de lo que después se explica en el apartado:

“La declamación es el arte de la recitación expresiva y el arte mímico que le acompaña; es decir, la representación dramática de un poema, sin caer en la sobreactuación exagerada de tiempos pasados”.

A veces maestros/as, padres/madres, hermanos/as contamos los cuentos infantiles de un modo exagerado, sobreactuado y bastante alejado de la realidad de los niños; en muchas ocasiones nuestra entonación, nuestro ritmo (estamos cansados y queremos terminar cuanto antes…) no es el adecuado o simplemente no gesticulamos, no nos movemos…es por ello que deberíamos tener presente siempre estas estrategias, prepararnos para contar un cuento, analizar nuestros gestos asegurándonos que nuestra declamación es clara y comprensible. Sólo así podremos enseñar a nuestros alumnos, a nuestros hijos a declamar. En este sentido y-siguiendo con el texto del módulo docente- la declamación:

Ayuda a mejorar la memoria, la comprensión literaria, el vocabulario, la entonación, la postura, la dicción y da seguridad en uno mismo”.

 

Con estas técnicas y con estas precisiones llegamos a la actividad del bloque 4. Una vez más, la clase presencial de principios de mayo fue fundamental para realizarla. En ella Irune se centró en la creación literaria y nos explicó la diferencia entre la creación de un texto en prosa, en verso y un diálogo teatral. Esta clase fue -para mí- crucial pues en ella pude relacionar todos los conceptos aprendidos hasta el momento (la importancia de conocer diversos tipos de cuentos, de diferenciarlos de la paraliteratura, de manejar diferentes estrategias para contarlos, de adaptarlos y finalmente de CREARLOS); para mí era todo un reto pues nunca había tenido que realizar una actividad como la que se nos pedía en este nuevo bloque; y disfruté mucho haciéndola, preguntándole a mi sobrino, investigando qué tipo de cuentos se leían en su clase y, sobre todo, realizando mi propio cuento ilustrado.

La realización de esta actividad nos llevó, casi de un modo inmediato, a la elaboración de la actividad del bloque 5. Una actividad realizada en grupo y que fue también de lo más interesante. Ello me obligó a visitar las bibliotecas infantiles –en mi caso de la ciudad de Santiago de Compostela- para ver qué tipo de libros, de cuentos las componían y, sobre todo, para conocer el modo de estructurar el contenido, de organizarlo, de colocarlo y de presentarlo al público. Una de las bibliotecas que visité fue la Biblioteca Ánxel Casal[2] que tiene una importante sección para niños y en donde se incide en la interrelación entre padres y niños, con espacios tranquilos, abiertos y diáfanos para la lectura. Las secciones en las que se divide son las siguientes:

·         “Espazos dos pequenos lectores”

·         “Recuncho dos bebés”

·         “Recuncho dos país”

·         “Nenos máis grandes”

·         “Diccionarios, enciclopedias”

·         “Audiovisuais”

·         Internet

·         Reprografía

·         Información

 

El aula es de lo más agradable, con una amplia cristalera que cubre todas las paredes y con una organización, a mi juicio, clara, ordenada y coherente. Además, la creación de esta biblioteca dinamizó la zona de transición entre el casco histórico de Santiago y la zona del campus norte de la ciudad y la sección dedicada a los niños (con la organización de talleres, actividades, diálogos teatrales, etc.) supone un punto de encuentro de padres y niños de diferentes escuelas compostelanas.

Para la realización de esta actividad visitamos varios blogs y revisamos el libro de Rueda, R. (2005). La biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. Madrid: Narcea (véase apartado 4).

 

 

3/ REFLEXIONES FINALES Y APLICACIÓN EN EL AULA

 

La revisión y el análisis de la teoría sobre la literatura infantil y el repaso por la realización de las diferentes actividades de esta materia nos debería llevar, en consecuencia, a una aplicación de carácter práctico. A medida que iba leyendo los temas del módulo docente mi reflexión giraba en torno a estas ideas: “Pues qué interesante esta estrategia, pues sí debe ser efectiva… voy a probar si funciona cuando le lea un cuento a mi sobrino…”. Uno de los descubrimientos más efectivos, para mí, fue la Gramática de la Fantasía, uno de los libros más conocidos del pedagogo y escritor italiano Gianni Rodari. Para la realización de la actividad del bloque 4 tuvimos que escoger alguna de las estrategias de este autor y explicar el motivo de nuestra elección. Ello conllevó, al menos en mi caso, a informarme sobre este autor y, en especial, sobre sus obras y además de descubrir que es toda una autoridad en el campo de la literatura infantil, he sabido también que es una referencia obligada en  las escuelas infantiles italianas. Pregunté a alguna de las profesoras de Educación Infantil que trabajan en escuelas gallegas y ninguna aplicaba este tipo de estrategias; por ejemplo, el binomio fantástico era un recurso que todas conocían pero que nunca habían puesto en práctica en el aula.

A la luz de estas consideraciones, creo que todos los maestros/as de educación infantil o los futuros maestros deberemos ser conscientes de la importancia de la literatura en edades tan tempranas; por varios motivos principalmente; en primer lugar por ser una herramienta fundamental para el desarrollo creativo, expresivo e imaginativo de los más pequeños; en segundo lugar, por la adquisición de nuevos conocimientos sobre el mundo y el entorno que nos rodea (por ejemplo, si los protagonistas del cuento son animales pues se puede incluir vocabulario que tenga que ver con la naturaleza y con elementos que el niño/a pueda identificar en su vida cotidiana); en tercer lugar, por la adquisición de un nuevo vocabulario: los niños/as aprenden nuevas palabras cuando escuchan un cuento; no podemos olvidar que el vocabulario de los cuentos, de los libros y de toda la literatura infantil, en general, deberá ser claro, sencillo, con frases breves y con un lenguaje cercano al niño. Este hecho permitirá al niño/a identificarse con el personaje o los personajes protagonistas. Los personajes secundarios de los cuentos también deberán ser tenidos en cuenta pues pueden adoptar un rol familiar en relación a los niños. En último término, los valores y contravalores que se ponen de manifiesto en la literatura infantil deberán tener relación con las acciones y con las emociones de los más pequeños. Uno de conceptos sobre los que más he reflexionado a lo largo de estos meses y durante la realización de estas actividades es, precisamente, sobre la importancia de las emociones. Los niños tiene que aprender a gestionar bien sus emociones y eso les permitirá manejar, de un modo adecuado y efectivo, cuestiones como la autoestima, el autoconcepto o trabajar situaciones que les preocupe como el miedo a la oscuridad (algo frecuente en niños/as de tres años) o el primer día de colegio, etc. Los valores que se trabajen en los cuentos deben ser valores que los propios niños ya hayan experimentado, por ejemplo el egoísmo, la envidia, entre otros.

Además de desarrollar su creatividad, de potenciar su imaginación y de manifestar sus sentimientos y sus emociones, los niños/as podrán también identificarse con el posible problema o problemas que se narre en el cuento y buscar posibles soluciones. Por ejemplo, en niños de 5-6 años, la toma de decisiones y la manera de resolver conflictos que se plantee en un cuento o en un libro de literatura infantil resulta crucial para el desarrollo de sus habilidades y de sus destrezas.

Me gustaría terminar con algunos de los criterios que se recogen la obra de Literatura Infantil: nuevas lecturas y nuevos lectores pues me parecen de lo más significativos y creo que todo maestro debería tener en cuenta  a la hora de elegir los cuentos de su aula:

Los cuentos seleccionados deberán:

·         Provocar una respuesta afectivo-emotiva del niño hacia la realidad representada

·         Apelar a la empatía del lector (en este caso, del niño/a)

·         Mostrar la nueva realidad social

·         Poseer una secuencia narrativa lineal

·         Mostrar índices organizativos claros para el proceso de comprensión textual.

·         Presentar una unidad temática

·         Presentar pocos personajes y con características definidas

·         Mostrar fórmulas convencionales para empezar y terminar el relato

·         La forma en que está organizado deberá permitir otorgar al relato un valor poético, crear anticipaciones y favorecer la formulación de expectativas

·         Las imágenes deben ayudar a explicar y resumir el contenido pero deberán ser también un importante complemento a la comprensión del mismo[3].

 

 


4/ REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y WEBGRAFÍA COMENTADAS

 

Cerrillo, P. C., García Padrino, J. (Coord.) (1997). Teatro infantil y dramatización escolar. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

En esta obra, los autores de cada uno de los capítulos hacen un recorrido por la dramatización escolar, el teatro infantil y la producción de textos con propuestas y estrategias diferentes que se convierten en herramientas útiles para que los maestros, profesores, bibliotecarios… y todos los profesionales de la educación y la cultura pueden llevar a la práctica. El libro es el resultado de las actas de un curso organizado en Cuenca en el año 1997.

Utanda Higueras, Mª C.; Cerrillo Torremocha, P.C.; García Padrino, J. (Coords.) (2005): Literatura infantil y Educación Literaria. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Para el comentario de esta obra recojo textualmente lo que se explica en google libros[4]:

“Los trabajos contenidos en este libro fueron expuestos por sus autores en el curso de verano del mismo título, celebrado en Cuenca en julio de 2004. El lector encontrará los diversos capítulos del libro agrupados en tres secciones: en la primera se recogen dos vivencias lectoras de Luis Alberto de Cuenca y José María Merino, respectivamente. En la segunda se ofrecen cinco trabajos diferentes, de profesores de cinco universidades españolas, todos ellos relacionados con el contenido básico del curso, Literatura infantil y educación literaria. Finalmente, la tercera parte, Editar, investigar y escribir literatura infantil y juvenil en España se incluyen textos de dos editores, dos escritores de LIJ y dos investigadores, con un extenso repertorio bibliográfico”.

 

Rodari, G. (2008). Gramática de la Fantasía. Introducción al arte de inventar historias. Buenos Aires: Colihue.

Este libro me parece fundamental para entender las diferentes estrategias explicadas en el módulo docente.

 

Rueda, R. (2005). La biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. Madrid: Narcea.

En esta obra, Rafael Rueda nos presenta las características que deberá tener una buena biblioteca infantil y los criterios que debemos manejar para una adecuada selección de libros. Este libro fue uno de los consultados para la realización de la actividad del bloque 5.


En este enlace se recoge el texto escrito por Rafael Vallejo Molero: “Clásicos en Educación Infantil. Un tiempo de lectura para la experiencia literaria”; en este documento, el autor hace un breve repaso por la normativa que establece las enseñanzas mínimas de Educación Infantil tanto a nivel nacional como autonómico (en este caso de la Junta de Andalucía), estableciendo un conjunto de criterios a tener en cuenta para la creación del aula infantil y seleccionando una serie de cuentos que, a su juicio, deberían formar parte de una buena biblioteca infantil.

 


Se trata de una página web gallega sobre experiencias, contenidos y reflexiones en torno a la educación infantil. Se incide en la temática de la literatura infantil.

 

http://www.crearmundos.net/pdfsrevista7/5a.pdf (fecha de consulta: 17/05/2015)

El texto que aparece en este enlace fue escrito por Angélica Sátiro y me pareció interesante por ahondar en temas primordiales como la imaginación infantil. A lo largo del texto se hace un recorrido teórico sobre el origen y la historia de la imaginación y termina con una aplicación práctica en el aula infantil.

 


Este enlace nos sirvió para la realización de la actividad sobre la biblioteca de aula infantil pues en él se explican algunos de los aspectos a tener en cuenta. Uno de los elementos que más me llamó la atención es cuando explica los momentos de animación de la lectura del cuento; distingue cuatro momentos: previos, antes de la lectura, presentación-lectura, posteriores.

 


En este enlace encontramos el artículo firmado por Manuela Sánchez Mayoral sobre la biblioteca de aula infantil. El resumen que la propia autora escribe:

“El acercamiento del niño a la lectura y a la escritura a través del uso de diferentes recursos literarios, permitirá al niño alcanzar múltiples capacidades que contribuirán a su desarrollo integral. La biblioteca debe estar presente en el aula como un espacio de encuentro e intercambio de experiencias que fomenten en el niño/a la imaginación, la creatividad y propicien la adquisición de un buen hábito lector”.

 

 

 

 

 

 

 



[1] LLuch Crespo, G. (2006). Promoción de la lectura y docencia desde la biblioteca escolar. En Biblioteca: un mundo de recursos para el aprendizaje. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia, p. 117.
[2] http://rbgalicia.xunta.es/santiago/ (fecha de consulta: 10/05/2015).
 
[3] Tejerina, I., Echevarría, E. (2007). Formación del lector y educación en valores : estética y ética de la literatura. En Cerrillo Torremocha, P.C., Cañamares Torrijos, C., Sánchez Ortiz, C. (2007). Literatura Infantil: nuevas lecturas, nuevos lectores. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, p. 274.

miércoles, 27 de mayo de 2015

BLOQUE 5. BIBLIOTECA DE AULA


BLOQUE 5

BIBLIOTECA DE AULA Y ANIMACIÓN A LA LECTURA

 

Cocorico

Érase una vez

Colorín colorado

 

 

 

1.       BIBLIOTECA DE AULA Y RINCÓN DE LECTURA

 

¿POR QUÉ UNA BIBLIOTECA DENTRO DEL AULA?

 
La Biblioteca de aula debe ser concebida como un espacio educativo;  ¿qué significa esto?: pues esto quiere decir que dentro del aula de infantil deberemos crear un espacio acogedor, divertido, original, creativo que a los niños/as les llame la atención y les invite a acercarse para curiosear los libros, los cuentos, los cómics, las revistas, los poemas, los diálogos teatrales… en este sentido, la biblioteca de aula no deberá ser un espacio creado al azar o de un modo espontáneo; creemos que este rincón para las lectura deberá contener material educativo e informativo previamente seleccionado, con unos criterios adecuados para la edad de los niños; la biblioteca de aula deberá contribuir a desarrollar las actividades del día a día.

La biblioteca de aula ha sido un tema muy olvidado durante décadas en la historia de la educación española; si pensamos en las bibliotecas de las escuelas infantiles de los años ochenta y de los años noventa pocas han presentan un espacio dedicado único y exclusivamente a la lectura. En aquellos tiempos, por lo general, los maestros/as leían los cuentos mientras estaban de pie en el aula y los niños escuchaban sentados alrededor de una mesa o en el suelo; pero no se diferenciaba un espacio de otro. En las últimas dos décadas, esta situación ha ido cambiando: las aulas de educación infantil empezaron a tener su rincón dedicado a la biblioteca y a la lectura pero todavía queda mucho por hacer. De nada sirve tener un espacio si no hacemos uso de ello; en algunas escuelas infantiles españolas, la biblioteca de aula sigue siendo, en muchos aspectos, un espacio todavía decorativo y poco funcional.

A lo largo de esta actividad iremos perfilando los aspectos que nos resultan relevantes para que una biblioteca de aula resulte funcional, atractiva y divertida.

 

OBJETIVOS

Para el planteamiento de los objetivos que deberemos conseguir con la creación de una biblioteca de aula nos hemos centrado en aquellos que cita Manuela Sánchez Mayoral[1] pues resumen a la perfección las metas que un maestro debe lograr en la etapa de educación infantil:

-          Desarrollar en los niños el interés por los libros

-          Potenciar una actitud positiva con respecto a los libros, a la lecto-escritura y a la cultura escolar como vehículo de expresión y comunicación

-          Estimular una actitud positiva de cuidado hacia los libros

-          Desarrollar la atención y la memoria auditiva-visual

-          Fomentar las relaciones interpersonales

-          Potenciar las capacidades lógico-matemáticas

-          Identificarse con las emociones y sensaciones que les sugieren y producen los libros.

 

Unos objetivos que encajan a la perfección con los objetivos que se plantean las áreas de conocimiento de Educación Infantil: conocimiento de sí mismo y autonomía personal, conocimiento del entorno y los lenguajes: representación y comunicación. Además, tenemos que tener presente que una de las metas propuestas en el área de lenguajes y comunicación es precisamente acercar a los más pequeños a la lengua escrita como instrumento para expresar, comprender e interpretar la realidad y resolver los conflictos.

 

2.      ESPACIOS: SELECCIÓN, DECORACIÓN Y DISEÑO

El lugar elegido para la biblioteca del aula infantil debe ser un lugar sosegado, tranquilo, alejado del bullicio de la zona de juego, de la zona de construcciones o de la zona de trabajo (por ejemplo si se trata de un aula más tradicional, con mesas y sillas, pues sería recomendable que la biblioteca del aula se alejase de esta zona para diferenciar la función de cada uno de los espacios).  En todo caso, la zona deberá ser luminosa; es aconsejable, por consiguiente que esté cerca de una ventana, alejada de la puerta y en una esquina pues estas características le otorgarán el rango de “lugar especial”, diferente y que los niños identificarán como un lugar apacible, de descanso y de relajación. Estas características son primordiales para que los niños/as puedan familiarizarse desde pequeños con la cultura libresca y con todo lo que ello conlleva. Si les enseñamos a los más pequeños a cuidar y a familiarizarse con los libros habremos dado un paso importantísimo. Pensemos que estos niños/as podrán ser, en un futuro, grandes lectores y grandes escritores. Sólo es cuestión de voluntad y empeño para conseguirlo.

Si nos centramos en aspectos de decoración, ésta dependerá del espacio del que se disponga en el aula. Lo ideal sería tener un aula de grandes dimensiones que nos permita crear diferentes ambientes. Si éste no es el caso pues podremos habilitar un pequeño espacio en uno de los rincones del aula donde podamos poner estanterías pequeñas (que estén al alcance de los niños) o diferentes cajones colocados de forma vertical donde los niños puedan identificar cada uno de los libros por la portada. Lo habitual –si nos guiamos por las referencias que conocemos- es encontrar estanterías con los libros colocados, por temática, en cada uno de los estantes.

En relación al diseño, nos gustó mucho el plano que se representa en un blog sobre educación infantil; se trata de un aula para niños de cuatro años:

 


 

                                  Imagen tomada de: http://cristi1989.blogspot.com.es/2011/05/como-actividad-del-bloque-1-y-como.html (fecha de consulta: 23/05/2015)

 

3.      SELECCIÓN Y GESTIÓN DE FONDOS

 

TEMÁTICA DE LOS LIBROS

 
Los libros que deben formar parte de una buena biblioteca de aula deben responder, en primer lugar, a una temática variada. Si los niños se acercan a este rincón del aula y se encuentran una biblioteca llena de libros de fantasía pues, al principio, les resultará interesante pero pronto se aburrirán y querrán ver otros contenidos. Todos sabemos que cuando se trata de educar en la etapa de infantil la variedad es lo que más atrae, por lo menos en un primer momento. Esta cuestión la deberemos tener muy presente pues los niños se distraen con mucha facilidad y si no somos capaces de presentarles actividades y juegos que les motiven y que les ayuden a desarrollar sus capacidades y destrezas pues poco podremos conseguir. Para ello, el material de nuestra biblioteca debe ser de lo más variopinto, con libros de colores y formas diversas, con imágenes y dibujos de gran tamaño que consiga el interés de los más pequeños hacia la lectura y la escritura.

Para la elección de nuestro material de biblioteca deberemos también tener presente algunos criterios de selección. Nos pareció muy interesante los aspectos que se tratan en un Trabajo Fin de Grado que se defendió en la Universidad de A Coruña; en él, su autora, nos habla de los siguientes criterios a tener en cuenta:

“El aspecto físico del material juega un papel fundamental. Se deben tener en cuenta aspectos como la calidad de papel, su color, la ausencia o presencia de ilustraciones, la legibilidad general, etc. Otro criterio importante es el aspecto externo de los materiales, la encuadernación resistente, las esquinas redondeadas o las hojas gruesas son características fundamentales en la etapa de educación infantil.

Los aspectos lingüísticos como el tipo de vocabulario y las construcciones gramaticales aptas para la edad de los lectores y los aspectos psicológicos como el interés, la significatividad y la propiedad de la lectura deben atender a los gustos, necesidades y a la etapa madurativa de los alumnos.

Los aspectos conceptuales (grado de dificultad de los contenidos y de la forma de presentarlos) deben estar también adaptados al alumnado”[2].

 

Estamos totalmente de acuerdo con ella, pues el aspecto físico es primordial: las hojas deben ser gruesas, los libros deberán tener dibujos de colores, de gran tamaño y con temática diversa, además deberán disponer de las puntas redondeadas por cuestiones de seguridad y el vocabulario deberá ser sencillo y fácil de comprender.

Una vez seleccionado el material de la biblioteca podremos disponer también en el rincón de la biblioteca de un ordenador, donde el maestro/a pueda acceder a cualquier fuente de información que facilite la comprensión de algún aspecto o sirva para completar las actividades que se lleven a cabo. El ordenador se podrá utilizar, por ejemplo, para realizar alguna actividad después de la lectura de un cuento. Por ejemplo, el día del libro, a los niños se les puede leer un cuento o un poema sobre el Quijote y después en el ordenador se puede visionar un fragmento de los numerosos dibujos animados que hay sobre el Quijote. Éste sería sólo un ejemplo de los numerosos que podríamos poner.

Basándonos en las referencias que tenemos (de bibliotecas públicas con zonas para los más pequeños, de bibliotecas de escuelas infantiles, de colegios…) la temática que proponemos para nuestra biblioteca es la siguiente:

-          Cuentos, de temas diversos: miedo, fantasía, animales, naturaleza, sobre la familia…

-          Libros de poesías y adivinanzas…

-          Revistas, periódicos, cómics…

-          Cuentos de los niños/as (que hayan traído de casa o que les guste leer a menudo…)

-          Creaciones propias de los niños/as

 

Una forma de presentar el material del rincón de lectura sería a partir de imágenes o pictogramas que permitan diferenciar cada uno de los temas. Por ejemplo, un apartado podría estar dedicado a diferentes países (Egipto, Roma, Grecia…) y se podrían representar a partir de las imágenes más emblemáticas de estas culturas. Otro tema podría ser la naturaleza, otro los animales, otro podrían ser las noticias del mundo (y en este apartado estaría la sección de periódicos, revistas), otro apartado sería el del diálogo (aquí podrían estar los cómics…), en otro el misterio, la fantasía (los cuentos) y siguiendo estos criterios temáticos se podría organizar el material educativo e informativo de nuestra biblioteca. Los iconos o pictogramas pueden ser pintados por los propios niños/as.

Para que el aprendizaje sea significativo, es necesario crear también un apartado dedicado a las creaciones de los niños; los niños pueden escribir (si están en edad de saber hacerlo) sus propios libros, sus propios cuentos… también pueden dibujar y pintar y contribuir, de este modo, a incrementar la colección documental de la biblioteca. Hacer partícipe a los niños de la gestión y organización de la biblioteca de aula es una cuestión primordial.

 


GESTIÓN DE LOS FONDOS

Una vez seleccionados los libros y la temática que vamos a tener en nuestra biblioteca, el otro gran paso es gestionar estos libros. ¿Pero cómo se gestionan estos fondos?, pues como los de cualquier biblioteca. Lo primero que deberemos hacer los maestros de infantil es comportarnos –por lo menos en lo que a este espacio se refiere- como un bibliotecario y deberemos pensar en las funciones que tiene un bibliotecario; desde este punto de vista lo primero que tenemos que hacer es registrar los fondos de los que disponemos; para ello deberemos hacer un catálogo con todos los libros que tenemos, cada uno de ellos deberá tener un número de registro que nos permita identificarlo, un sello del centro (se puede elegir el sello del centro o incluso podemos inventar un sello para nuestra biblioteca de aula, lo cual la personalizará…). Una vez identificado el libro, los niños lo podrán utilizar dejando un marcapáginas en el lugar donde lo han cogido y tendrán un carné de biblioteca que les permitirá entrar en ella y llevarse libros para casa. Es importante explicarle a los niños en qué consiste el préstamo de los libros para que puedan entender que éstos son patrimonio de todos y que todos los podemos utilizar si hacemos buen uso de ellos.

 

 

ORGANIZACIÓN

Para una buena organización del aula deberemos escribir unas normas y recordárselas a los alumnos cada vez que visitemos este rincón del aula. Algunas de las normas podrían ser:

-          Habla bajo para no molestar a tus compañeros

-          Escucha a tu maestro/a cuando está leyendo un libro

-          Coge sólo un libro

-          Cuando termines de leer el libro, déjalo donde estaba.

-          No se puede pintar en el libro

 

 

4.      DINAMIZACIÓN Y ANIMACIÓN


La dinamización de la biblioteca de aula tiene que ver con la temporalización de las clases y el tiempo que le dediquemos a la lectura. Hemos preguntado a algunas maestras de educación infantil el tiempo que le dedican a la lectura y a estar en este rincón del aula y casi todas nos han respondido que la lectura en la biblioteca de aula supone un momento importante del día y que forma parte de las rutinas del aula. Al margen de lo que cada maestro/a pueda hacer en sus respectivas clases, nosotras proponemos la siguiente temporalización pues responde, a nuestro juicio, a los objetivos marcados al principio de esta actividad. De este modo, la lectura podría ser:

-          Al principio de la clase, después de la asamblea, se podría dedicar un tiempo (a decidir en el mismo momento) a la lectura. Los niños/as todavía no han jugado y están tranquilos, sosegados… es un buen momento para iniciar las actividades relacionadas con la biblioteca.

-          A última hora de la mañana. Después de la merienda y del juego, puede ser un buen momento para serenarse, antes de irse a casa; es el momento también de prestar libros, de crear, inventar, experimentar con la cultura escrita y visual…

 

Las actividades que se pueden llevar a cabo para dinamizar este importante rincón del aula pueden ser de lo más diversas: por ejemplo la maestra les puede pedir que se sienten en el suelo por grupos de tres o cuatro y que busquen noticias de un periódico que les llame la atención (si los niños saben leer pues se le puede decir que busquen noticias con palabras que empiecen por una determinada letra o letras… si el aula es de niños/as de tres o cuatro años pues se les pide que busquen imágenes en las que aparezca un coche, o un conjunto de personas o un avión…); se puede trabajar con periódicos o revistas y una vez seleccionado el material, se organizar una asamblea para debatir y exponer el material encontrado; el maestro/a les podrá leer las noticias y entre todos hacer un resumen.

También se puede trabajar con dramatizaciones, representando los personajes que aparecen en un diálogo teatral… o con los poemas y los cuentos siguiendo las estrategias que hemos visto de Gianni Rodari… Hay muchas formas de trabajar; sólo es cuestión de ir planteándolas en función del tiempo, del grupo, de la edad, etc.

 


5.      A MODO DE REFLEXIÓN FINAL…

 

La literatura infantil y el contacto con las fuentes de información en la etapa de educación infantil son clave para el desarrollo del niño y la niña, por lo que es fundamental promover este contacto desde las edades más tempranas. El hecho de que muchos de los niños/as de estas edades no sepan leer aún, no significa que no puedan disfrutar del placer de las lectura.

La creación de una biblioteca de aula supone, una aproximación a la cultura escrita y la cultura comunicativa que se convertirá con los años en una cultura familiar para los niños/as.

En definitiva, creemos que la biblioteca de aula deberá ser uno de los instrumentos más eficientes para potenciar las destrezas comunicativas de los niños y contribuir de un modo eficaz a su aprendizaje significativo.

 


6.      BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA


Rueda, R. (2005). La biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. Madrid: Narcea.