BLOQUE
5
BIBLIOTECA
DE AULA Y ANIMACIÓN A LA LECTURA
Cocorico
Érase
una vez
Colorín
colorado
1.
BIBLIOTECA DE AULA
Y RINCÓN DE LECTURA
¿POR QUÉ UNA
BIBLIOTECA DENTRO DEL AULA?
La Biblioteca de
aula debe ser concebida como un espacio educativo; ¿qué significa esto?: pues esto quiere decir
que dentro del aula de infantil deberemos crear un espacio acogedor, divertido,
original, creativo que a los niños/as les llame la atención y les invite a acercarse
para curiosear los libros, los cuentos, los cómics, las revistas, los poemas, los
diálogos teatrales… en este sentido, la biblioteca de aula no deberá ser un
espacio creado al azar o de un modo espontáneo; creemos que este rincón para
las lectura deberá contener material educativo e informativo previamente
seleccionado, con unos criterios adecuados para la edad de los niños; la
biblioteca de aula deberá contribuir a desarrollar las actividades del día a
día.
La biblioteca de
aula ha sido un tema muy olvidado durante décadas en la historia de la
educación española; si pensamos en las bibliotecas de las escuelas infantiles
de los años ochenta y de los años noventa pocas han presentan un espacio
dedicado único y exclusivamente a la lectura. En aquellos tiempos, por lo
general, los maestros/as leían los cuentos mientras estaban de pie en el aula y
los niños escuchaban sentados alrededor de una mesa o en el suelo; pero no se
diferenciaba un espacio de otro. En las últimas dos décadas, esta situación ha
ido cambiando: las aulas de educación infantil empezaron a tener su rincón
dedicado a la biblioteca y a la lectura pero todavía queda mucho por hacer. De
nada sirve tener un espacio si no hacemos uso de ello; en algunas escuelas
infantiles españolas, la biblioteca de aula sigue siendo, en muchos aspectos,
un espacio todavía decorativo y poco funcional.
A lo largo de
esta actividad iremos perfilando los aspectos que nos resultan relevantes para
que una biblioteca de aula resulte funcional, atractiva y divertida.
OBJETIVOS
Para el
planteamiento de los objetivos que deberemos conseguir con la creación de una
biblioteca de aula nos hemos centrado en aquellos que cita Manuela Sánchez
Mayoral[1]
pues resumen a la perfección las metas que un maestro debe lograr en la etapa
de educación infantil:
-
Desarrollar en los niños el interés por los libros
-
Potenciar una actitud positiva con respecto a los
libros, a la lecto-escritura y a la cultura escolar como vehículo de expresión
y comunicación
-
Estimular una actitud positiva de cuidado hacia los
libros
-
Desarrollar la atención y la memoria auditiva-visual
-
Fomentar las relaciones interpersonales
-
Potenciar las capacidades lógico-matemáticas
-
Identificarse con las emociones y sensaciones que les sugieren
y producen los libros.
Unos objetivos
que encajan a la perfección con los objetivos que se plantean las áreas de
conocimiento de Educación Infantil: conocimiento de sí mismo y autonomía
personal, conocimiento del entorno y los lenguajes: representación y
comunicación. Además, tenemos que tener presente que una de las metas
propuestas en el área de lenguajes y comunicación es precisamente acercar a los
más pequeños a la lengua escrita como instrumento para expresar, comprender e
interpretar la realidad y resolver los conflictos.
2.
ESPACIOS: SELECCIÓN, DECORACIÓN Y DISEÑO
El lugar elegido para la biblioteca
del aula infantil debe ser un lugar sosegado, tranquilo, alejado del bullicio
de la zona de juego, de la zona de construcciones o de la zona de trabajo (por
ejemplo si se trata de un aula más tradicional, con mesas y sillas, pues sería
recomendable que la biblioteca del aula se alejase de esta zona para
diferenciar la función de cada uno de los espacios). En todo caso, la zona deberá ser luminosa; es
aconsejable, por consiguiente que esté cerca de una ventana, alejada de la
puerta y en una esquina pues estas características le otorgarán el rango de
“lugar especial”, diferente y que los niños identificarán como un lugar
apacible, de descanso y de relajación. Estas características son primordiales
para que los niños/as puedan familiarizarse desde pequeños con la cultura
libresca y con todo lo que ello conlleva. Si les enseñamos a los más pequeños a
cuidar y a familiarizarse con los libros habremos dado un paso importantísimo.
Pensemos que estos niños/as podrán ser, en un futuro, grandes lectores y
grandes escritores. Sólo es cuestión de voluntad y empeño para conseguirlo.
Si nos centramos en aspectos de decoración,
ésta dependerá del espacio del que se disponga en el aula. Lo ideal sería tener
un aula de grandes dimensiones que nos permita crear diferentes ambientes. Si
éste no es el caso pues podremos habilitar un pequeño espacio en uno de los rincones
del aula donde podamos poner estanterías pequeñas (que estén al alcance de los
niños) o diferentes cajones colocados de forma vertical donde los niños puedan
identificar cada uno de los libros por la portada. Lo habitual –si nos guiamos
por las referencias que conocemos- es encontrar estanterías con los libros
colocados, por temática, en cada uno de los estantes.
En relación al diseño, nos gustó mucho
el plano que se representa en un blog sobre educación infantil; se trata de un
aula para niños de cuatro años:
Imagen
tomada de: http://cristi1989.blogspot.com.es/2011/05/como-actividad-del-bloque-1-y-como.html (fecha de consulta: 23/05/2015)
3.
SELECCIÓN Y GESTIÓN DE FONDOS
TEMÁTICA DE LOS
LIBROS
Los libros que
deben formar parte de una buena biblioteca de aula deben responder, en primer
lugar, a una temática variada. Si los niños se acercan a este rincón del aula y
se encuentran una biblioteca llena de libros de fantasía pues, al principio,
les resultará interesante pero pronto se aburrirán y querrán ver otros
contenidos. Todos sabemos que cuando se trata de educar en la etapa de infantil
la variedad es lo que más atrae, por lo menos en un primer momento. Esta
cuestión la deberemos tener muy presente pues los niños se distraen con mucha
facilidad y si no somos capaces de presentarles actividades y juegos que les
motiven y que les ayuden a desarrollar sus capacidades y destrezas pues poco
podremos conseguir. Para ello, el material de nuestra biblioteca debe ser de lo
más variopinto, con libros de colores y formas diversas, con imágenes y dibujos
de gran tamaño que consiga el interés de los más pequeños hacia la lectura y la
escritura.
Para la elección
de nuestro material de biblioteca deberemos también tener presente algunos
criterios de selección. Nos pareció muy interesante los aspectos que se tratan
en un Trabajo Fin de Grado que se defendió en la Universidad de A Coruña; en
él, su autora, nos habla de los siguientes criterios a tener en cuenta:
“El aspecto físico del material juega un
papel fundamental. Se deben tener en cuenta aspectos como la calidad de papel,
su color, la ausencia o presencia de ilustraciones, la legibilidad general,
etc. Otro criterio importante es el aspecto externo de los materiales, la
encuadernación resistente, las esquinas redondeadas o las hojas gruesas son
características fundamentales en la etapa de educación infantil.
Los aspectos lingüísticos como el tipo de
vocabulario y las construcciones gramaticales aptas para la edad de los
lectores y los aspectos psicológicos como el interés, la significatividad y la
propiedad de la lectura deben atender a los gustos, necesidades y a la etapa
madurativa de los alumnos.
Los aspectos conceptuales (grado de
dificultad de los contenidos y de la forma de presentarlos) deben estar también
adaptados al alumnado”[2].
Estamos
totalmente de acuerdo con ella, pues el aspecto físico es primordial: las hojas
deben ser gruesas, los libros deberán tener dibujos de colores, de gran tamaño
y con temática diversa, además deberán disponer de las puntas redondeadas por
cuestiones de seguridad y el vocabulario deberá ser sencillo y fácil de
comprender.
Una vez
seleccionado el material de la biblioteca podremos disponer también en el
rincón de la biblioteca de un ordenador, donde el maestro/a pueda acceder a
cualquier fuente de información que facilite la comprensión de algún aspecto o
sirva para completar las actividades que se lleven a cabo. El ordenador se
podrá utilizar, por ejemplo, para realizar alguna actividad después de la
lectura de un cuento. Por ejemplo, el día del libro, a los niños se les puede
leer un cuento o un poema sobre el Quijote y después en el ordenador se puede
visionar un fragmento de los numerosos dibujos animados que hay sobre el
Quijote. Éste sería sólo un ejemplo de los numerosos que podríamos poner.
Basándonos en
las referencias que tenemos (de bibliotecas públicas con zonas para los más
pequeños, de bibliotecas de escuelas infantiles, de colegios…) la temática que
proponemos para nuestra biblioteca es la siguiente:
-
Cuentos, de temas diversos: miedo, fantasía, animales, naturaleza,
sobre la familia…
-
Libros de poesías y adivinanzas…
-
Revistas, periódicos, cómics…
-
Cuentos de los niños/as (que hayan traído de casa o que
les guste leer a menudo…)
-
Creaciones propias de los niños/as
Una forma de
presentar el material del rincón de lectura sería a partir de imágenes o
pictogramas que permitan diferenciar cada uno de los temas. Por ejemplo, un
apartado podría estar dedicado a diferentes países (Egipto, Roma, Grecia…) y se
podrían representar a partir de las imágenes más emblemáticas de estas
culturas. Otro tema podría ser la naturaleza, otro los animales, otro podrían
ser las noticias del mundo (y en este apartado estaría la sección de
periódicos, revistas), otro apartado sería el del diálogo (aquí podrían estar
los cómics…), en otro el misterio, la fantasía (los cuentos) y siguiendo estos
criterios temáticos se podría organizar el material educativo e informativo de
nuestra biblioteca. Los iconos o pictogramas pueden ser pintados por los propios
niños/as.
Para que el
aprendizaje sea significativo, es necesario crear también un apartado dedicado
a las creaciones de los niños; los niños pueden escribir (si están en edad de
saber hacerlo) sus propios libros, sus propios cuentos… también pueden dibujar
y pintar y contribuir, de este modo, a incrementar la colección documental de
la biblioteca. Hacer partícipe a los niños de la gestión y organización de la
biblioteca de aula es una cuestión primordial.
GESTIÓN DE LOS
FONDOS
Una vez seleccionados los libros y la
temática que vamos a tener en nuestra biblioteca, el otro gran paso es
gestionar estos libros. ¿Pero cómo se gestionan estos fondos?, pues como los de
cualquier biblioteca. Lo primero que deberemos hacer los maestros de infantil
es comportarnos –por lo menos en lo que a este espacio se refiere- como un
bibliotecario y deberemos pensar en las funciones que tiene un bibliotecario; desde
este punto de vista lo primero que tenemos que hacer es registrar los fondos de
los que disponemos; para ello deberemos hacer un catálogo con todos los libros que tenemos, cada uno de ellos deberá
tener un número de registro que nos
permita identificarlo, un sello del
centro (se puede elegir el sello del centro o incluso podemos inventar un sello
para nuestra biblioteca de aula, lo cual la personalizará…). Una vez
identificado el libro, los niños lo podrán utilizar dejando un marcapáginas en el lugar donde lo han
cogido y tendrán un carné de biblioteca
que les permitirá entrar en ella y llevarse libros para casa. Es importante explicarle
a los niños en qué consiste el préstamo de los libros para que puedan entender
que éstos son patrimonio de todos y que todos los podemos utilizar si hacemos
buen uso de ellos.
ORGANIZACIÓN
Para una buena organización del aula
deberemos escribir unas normas y recordárselas a los alumnos cada vez que
visitemos este rincón del aula. Algunas de las normas podrían ser:
-
Habla bajo para no molestar a tus compañeros
-
Escucha a tu maestro/a cuando está leyendo un libro
-
Coge sólo un libro
-
Cuando termines de leer el libro, déjalo donde estaba.
-
No se puede pintar en el libro
4.
DINAMIZACIÓN Y
ANIMACIÓN
La dinamización de la biblioteca de
aula tiene que ver con la temporalización de las clases y el tiempo que le
dediquemos a la lectura. Hemos preguntado a algunas maestras de educación
infantil el tiempo que le dedican a la lectura y a estar en este rincón del
aula y casi todas nos han respondido que la lectura en la biblioteca de aula
supone un momento importante del día y que forma parte de las rutinas del aula.
Al margen de lo que cada maestro/a pueda hacer en sus respectivas clases,
nosotras proponemos la siguiente temporalización pues responde, a nuestro
juicio, a los objetivos marcados al principio de esta actividad. De este modo,
la lectura podría ser:
-
Al
principio de la clase, después de la asamblea, se podría dedicar un tiempo (a
decidir en el mismo momento) a la lectura. Los niños/as todavía no han jugado y
están tranquilos, sosegados… es un buen momento para iniciar las actividades
relacionadas con la biblioteca.
-
A
última hora de la mañana. Después de la merienda y del juego, puede ser un buen
momento para serenarse, antes de irse a casa; es el momento también de prestar
libros, de crear, inventar, experimentar con la cultura escrita y visual…
Las actividades que se pueden llevar a cabo para
dinamizar este importante rincón del aula pueden ser de lo más diversas: por ejemplo
la maestra les puede pedir que se sienten en el suelo por grupos de tres o
cuatro y que busquen noticias de un periódico que les llame la atención (si los
niños saben leer pues se le puede decir que busquen noticias con palabras que
empiecen por una determinada letra o letras… si el aula es de niños/as de tres
o cuatro años pues se les pide que busquen imágenes en las que aparezca un
coche, o un conjunto de personas o un avión…); se puede trabajar con periódicos
o revistas y una vez seleccionado el material, se organizar una asamblea para
debatir y exponer el material encontrado; el maestro/a les podrá leer las
noticias y entre todos hacer un resumen.
También se puede trabajar con dramatizaciones,
representando los personajes que aparecen en un diálogo teatral… o con los
poemas y los cuentos siguiendo las estrategias que hemos visto de Gianni Rodari…
Hay muchas formas de trabajar; sólo es cuestión de ir planteándolas en función
del tiempo, del grupo, de la edad, etc.
5.
A MODO DE REFLEXIÓN
FINAL…
La literatura infantil y el contacto
con las fuentes de información en la etapa de educación infantil son clave para
el desarrollo del niño y la niña, por lo que es fundamental promover este
contacto desde las edades más tempranas. El hecho de que muchos de los niños/as
de estas edades no sepan leer aún, no significa que no puedan disfrutar del
placer de las lectura.
La creación de una biblioteca de aula
supone, una aproximación a la cultura escrita y la cultura comunicativa que se
convertirá con los años en una cultura familiar para los niños/as.
En definitiva, creemos que la
biblioteca de aula deberá ser uno de los instrumentos más eficientes para
potenciar las destrezas comunicativas de los niños y contribuir de un modo
eficaz a su aprendizaje significativo.
6.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Rueda, R.
(2005). La biblioteca de aula infantil.
El cuento y la poesía. Madrid: Narcea.
http://peopleteachingpeople.blogspot.com.es/2011/05/biblioteca-de-aula-modificada.html
(fecha de consulta: 24/05/2015).
http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_16/MANUELA_SANCHEZ_2.pdf
(fecha de 25/05/2015).
http://ruc.udc.es/bitstream/2183/11830/2/CimasPazos_Melissa_TFG_2013.pdf
(fecha de 23/05/2015).
http://www.eduinnova.es/dic08/El%20rincon%20de%20la%20biblioteca%20en%20Educacion%20Infantil.pdf
(fecha de consulta: 26/05/2015).
[1] http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_16/MANUELA_SANCHEZ_2.pdf
(fecha de consulta: 25/05/2015).