miércoles, 15 de marzo de 2017


 

BLOQUE 1: lenguaje, lengua y comunicación oral

 

ACTIVIDAD PRÁCTICA
(corregida)

 

DEBATE

 

IMPORTANCIA DEL TEMA

El tema que he elegido para el debate de esta actividad práctica es el de la violencia de género. La elección de este tema se debe a dos razones fundamentales: la primera de ellas es que este tema lleva implícito la educación en valores y ello implica potenciar la autonomía de la persona y, en consecuencia el desarrollo de todas sus competencias y, en segundo lugar, debatir sobre temas como la violencia supone cultivar el respeto, el diálogo, la libertad de la persona, su capacidad crítica y su habilidad para la resolución pacífica de conflictos.

CONTEXTO

 El curso elegido para este debate es quinto de primaria; el aula tiene 23 alumnos, de los cuales seis presentan un trastorno específico del lenguaje.

 

TEMA DE DEBATE

Partiremos de un caso real que ha sucedido en otro colegio de la misma ciudad. Un niño, Juan, de 17 años ha pegado a su novia, Esther, de 16 años. Se trata de un caso de violencia de género.

 

DISPOSICIÓN DEL AULA

Para llevar a cabo el debate es importante que el espacio del aula sea cómodo, adecuado que facilite la comunicación, que fomente el aprendizaje colaborativo y la interacción entre los alumnos/as. Para ello necesitaremos un espacio que invite a la reflexionar, a debatir y es por ello que pondremos todas las mesas del aula en círculo. Esta disposición de la clase permitirá que todos los alumnos/as estén en primera fila, que puedan ver a todos sus compañeros de igual manera y también al docente.

 

NORMAS DE RESPETO

·         Respeta los turnos de la palabra

·         Delibera y logra consensos

·         Escucha a tus compañeros/as

·         Respeta el punto de vista de tu compañero/a

 

 

DEBATE

Se partirá de estas dos frases que el profesor/a lanzará a todos los alumnos/as para que empiecen a debatir

“Los hombres no lloran, deben ser duros”

“Las mujeres no piensan, sólo siguen a los hombres”[1]

Este debate se ha  puesto en práctica hace unos días en una clase de 5º de Primaria (en el colegio donde realizo las prácticas) con el fin de saber si realmente este tema- tal y como está planteado en esta actividad- podría generar debate o, por el contrario, podría quedar en una mera exposición de ideas. Algunas de las respuestas que han dado los alumnos/as –a las dos primeras cuestiones que se les han hecho- son las siguientes:

·         “Yo lloré la semana pasada porque me caí” (frase dicha por Juan)

·         “Mi abuelo dice que los niños no lloran” (Mario)

·         “Pues yo lloro cuando estoy enferma” (Marta)

·         “Eso no es verdad porque las niñas pensamos mucho” (Julia)

·         “Yo pienso un montón, sobre todo, cuando estoy haciendo los ejercicios de matemáticas” (Brais)

A partir de estas respuestas, se fueron contraponiendo ideas como es el caso de María quien respondió a Brais que hay que pensar mucho también cuando hay que escribir una poesía en la clase de lengua o cuando hay que hacer un trabajo de ciencias sociales. En general, las respuestas de cada uno de los niños/as se fueron sucediendo de una manera organizada, a excepción de Martín que no respetaba el turno de palabra y no escuchaba a sus compañeros/as. Esta parte del debate duró menos de 10 minutos y nos sirvió para romper el hielo y para que poco a poco los niños/as se fuesen introduciendo en el tema a debatir. En estos primeros minutos tanto al profesor como a los niños/as les costó calmar a Martín pues al ser un niño muy inquieto e impulsivo interrumpía con frecuencia a sus compañeros/as llegando a enfadar a alguno de ellos como a Diego quien quería aportar en el debate y se sentía interrumpido constantemente.

A partir de este primer contacto, el profesor continuó con toda una serie de cuestiones adentrándose ya en el tema de la violencia de género. Algunas de las cuestiones que se debatieron fueron las siguientes:

·         ¿Qué crees que es la violencia de género?

·         ¿La violencia de género está justificada?

A partir de estas dos cuestiones se empezaron a confrontar posturas pues para algunos violencia de género significaba cualquier tipo de violencia (física y verbal), para otros era simplemente la verbal y para un número mayoritario de la clase era sólo física. Los que opinaban que sólo era física lo argumentaban basándose en los medios de comunicación y explicaban que lo que ellos veían en la tele era siempre violencia física y sobre todo a las mujeres. El profesor aprovechó estas intervenciones para seguir preguntando y generando debate; las siguientes preguntas fueron:

¿Por qué creéis que las mujeres son las que más sufren la violencia de género?; a partir de aquí también se fueron contraponiendo ideas. Tengo que decir que me ha dejado impresionada lo que piensan algunos niños pues algunos justificaban la violencia argumentando que seguramente la “chica haría algo malo”. De todas formas, los niños/as que apoyaron esta postura fue un grupo muy minoritario. Estas respuestas nos llevaron a lanzar otra cuestión que se convirtió en el hilo conductor del resto del debate: el comportamiento de Juan: se analizó si su comportamiento fue correcto o no y qué haríamos nosotros si tuviésemos la oportunidad de hablar con Juan sobre su comportamiento. Otra de las preguntas que se hicieron en el debate fue si la actitud de Juan había sido la adecuada o no y por qué, ¿qué le aconsejaríamos?, ¿qué haríamos si estuviésemos en el lugar de Esther?

Una de las respuestas que se dieron en este debate me dejó también muy sorprendida. Uno de los niños explicó que él “le pegaría a Juan” porque así “aprende”. Algunos de los niños secundaban esta postura.

 

PREGUNTAS DE ANDAMIAJE

A lo largo del debate, el profesor utilizó una serie de recursos para dinamizar el debate o para generar dudas…por ejemplo, en un momento del diálogo, el maestro/a preguntó:

·         ¿Qué harías si Juan fuese tu hermano?

·         ¿Qué le aconsejarías?

·         ¿Se lo contarías a alguien?

·         ¿Has presenciado alguna vez una escena de violencia de género?

Algunas de las preguntas que también se fueron lanzando y que nos sirvieron de andamiaje en el debate fueron:

·         ¿Te has sentido alguna vez inferior a alguien?, ¿por qué?

·         ¿Te has sentido superior?, ¿por qué?

 

PAUTAS DE INTERVENCIÓN: ¿CÓMO ACTUAR?

A medida que se avanzaba en el debate y en función de las ideas que se fueron exponiendo, se fueron visionando también algunos vídeos (de breve duración) que permitieron seguir generando debate y extraer algunas conclusiones sobre lo debatido.



A medida que se iba desarrollando el debate, Martín fue, poco a poco, levantando la mano para hablar y respetando el turno de sus compañeros/as. ¿Cómo lo logramos?, pues fue una tarea que se hizo entre todos. Como ya comenté, en los primeros minutos del debate sus intervenciones se basaban simplemente en meros torbellinos de ideas, no escuchaba a nadie ni tampoco se dejaba escuchar. Entre todos le fuimos explicando que si no dejaba hablar, el resto de los compañeros/as se cansarían de él y no se podría hacer el debate; además sin escuchar a sus compañeros tampoco le escucharían a él y no se podrían argumentar las ideas. Un momento clave del debate fue cuando Martín aportó una idea que resultó interesante al resto de la clase y que generó posturas encontradas; este hecho le hizo estar más atento y se sintió  muy protagonista; esto le hizo ir calmándose poco a poco y proseguir el debate con tranquilidad.

Por el contrario, Oliver es un niño muy tímido que en los primeros diez minutos del debate no dijo nada; se ponía rojo cada vez que el profesor le miraba para que hablase. Creo que una de las intervenciones más adecuadas con Oliver es que no se sienta forzado a hablar y es por ello que los docentes deberemos ser conscientes de que los niños/as tímidos se aterran sólo de pensar que les toca hablar delante de toda la clase. En el caso de Oliver el profesor le preguntó si estaba de acuerdo con lo que decía uno de sus compañeros en un momento determinado y Oliver respondió que sí y de forma muy escueta argumentó su postura. Habló sólo en dos ocasiones y las dos veces le preguntó el profesor. Creo que la forma de hacer intervenir a los niños/as tímidos en los debates y en las diferentes actividades que se lleven a cabo en la clase es trabajar primeramente en grupos pequeños, de forma cooperativa y nombrarle portavoz del grupo; mi experiencia como alumna cuando estaba en el colegio era ésta: a los niños/as tímidos los ponían en grupos con otros niños/as más sociables y así en pequeño grupo se soltaban un poco más que delante de toda la clase. Después cuando tenían que hablar delante del resto de sus compañeros/as se sentían arropados pues sabían que sus compañeros/as de grupo les iban a defender y eso les daba seguridad y confianza. Creo la estrategia que hemos utilizado en el debate real con Oliver no fue del todo acertada pues Oliver –tal y como yo lo percibí- se sintió un poco “obligado” a hablar y no se sentía del todo cómodo.

Sin embargo, los niños/as que presentan trastornos específicos del lenguaje intervinieron con bastante regularidad pues el tema les interesó mucho.

 

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

Los instrumentos de evaluación utilizados en esta actividad fueron las rúbricas; una primera rúbrica se diseñó para la evaluación del docente y una segunda rúbrica nos sirvió de autoevaluación de los propios alumnos/as. Tenemos que tener en cuenta que la rúbrica es una herramienta eficaz para la recopilación de información y para conocer el grado de implicación, motivación, participación de nuestros alumnos/as y las competencias desarrolladas a lo largo de la actividad que se esté evaluando. Además no debemos olvidarnos que las rúbricas forman parte de un sistema de evaluación continua y formativa.

 

Expresión y comunicación
Inadecuado
Aceptable
Adecuado
Muy competente
 
 
 
 
 
Ha intervenido en el debate
 
 
 
 
Ha argumentado sus ideas
 
 
 
 
Respeta los turnos de palabra de sus compañeros/as
 
 
 
 
Escucha con atención a sus compañeros/as
 
 
 
 
Es capaz de comunicarse con frases complejas y ordenadas
 
 
 
 
Utiliza un discurso organizado y coherente
 
 
 
 
Expone las ideas de un modo jerárquico, priorizando lo que considera más relevante para el debate
 
 
 
 
Se expresa con fluidez
 
 
 
 
Comprensión
Inadecuado
Aceptable
Adecuado
Muy competente
 
 
 
 
 
Es capaz de comprender frases complejas y el significado del vocabulario específico del tema de debate
 
 
 
 
Es capaz de comprender un discurso organizado y coherente
 
 
 
 
Comprende el sentido último del debate y es capaz de extraer conclusiones del mismo
 
 
 
 

 

 

 

TABLA DE AUTOEVALUACIÓN PARA EL ALUMNO/A

 

 
Muy poco
Poco
Bastante
Mucho
 
 
 
 
 
¿Has intervenido en el debate?
 
 
 
 
¿Has argumentado tus ideas?
 
 
 
 
¿Has respetado los turnos de palabra de tus compañeros/as?
 
 
 
 
¿Has escuchado con atención a tus compañeros/as
 
 
 
 
¿Crees que las ideas que has aportado en el debate han sido claras y coherentes?
 
 
 
 
¿Has expuesto tus ideas de una manera organizada?
 
 
 
 
¿Has utilizado frases complejas y vocabulario nuevo?
 
 
 
 
¿Te has expresado con fluidez?
 
 
 
 
¿Has aprendido con las aportaciones de tus compañeros/as?
 
 
 
 
¿Te ha parecido interesante el debate?
 
 
 
 

 

OBSERVACIÓN
¿Cambiarías algo del debate?
 
NO
¿POR QUÉ?

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

Lipman, M., Sharp, A. M. y Oscayan, F. S. (2002). La filosofía en el aula. Madrid: Ediciones de la Torre.


http://biblioteca.unirioja.es/tfe_e/TFE000755.pdf (fecha de consulta: 20/02/2017).


                                                                                                                                             

 

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